Wednesday, January 11, 2006

Sida

Es el acrónimo del Síndrome de inmunodeficiencia adquirida, y que afecta a los humanos infectados por VIH (Virus de Inmunodeficiencia humana). Se dice que una persona padece SIDA cuando su organismo, debido a la inmunodepresión provocada por el VIH no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones. Cabe destacar la diferencia entre estar infectado con VIH y padecer SIDA. Una persona infectada de VIH es seropositiva, y pasa a desarrollar un cuadro de SIDA cuando su nivel de Linfocitos T CD4 (que son el tipo de célula que ataca el virus) desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre (también el virus tiene tropismo neurológico o sea ataca al cerebro). La Real Academia de la Lengua (RAE) recoge la palabra sida en la vigésimo segunda edición de su diccionario, con lo cual puede ser utilizada en minúsculas.

Introducción

El SIDA se detectó en Estados Unidos a comienzos de los años ochenta, inicialmente en hombres que acudieron a la asistencia sanitaria con un cuadro (síndrome) de infecciones múltiples donde el sistema inmune de los mismos no daba respuestas y la medicación convencional no lograba estabilizar la descompensación. Ya en los noventa el síndrome se había convertido en una epidemia mundial. En la actualidad la mayoría de las víctimas de la enfermedad son hombres y mujeres heterosexuales, y niños de países en vías de desarrollo. En la actualidad se considera a la infección por VIH incurable, aunque existen medicamentos antirretrovirales que son capaces de contener dicha infección. En los países desarrollados, los infectados pueden llevar una vida totalmente normal, como un enfermo crónico, sin desarrollar un cuadro de sida gracias al tratamiento; sin embargo, en otras partes del globo donde no están disponibles estos medicamentos (África, por ejemplo) los infectados desarrollan sida y mueren pocos años después de haber sido diagnosticados. El VIH se transmite a través de los fluidos corporales, tales como sangre, semen, secreciones vaginales y la leche materna. Es capaz de infectar las células T CD4+, un tipo de leucocito que coordina la respuesta inmune a las infecciones y al cáncer. Cuando la cantidad de células T CD4+ de una persona disminuye lo suficiente, esa persona queda susceptible de sufrir enfermedades que una persona sana sería capaz de rechazar. Estas enfermedades son principalmente infecciones oportunistas y ciertos tipos de cáncer, y usualmente son la causa de muerte de los que padecen el sida. El VIH además, es capaz de infectar células cerebrales, causando algunos desórdenes neurológicos.

Algunas enfermedades oportunistas asociadas con el sida

* Candidiasis, tanto diseminada como del esófago o los pulmones.
* Coccidiodomicosis, diseminada o extrapulmonar.
* Criptococcosis extrapulmonar.
*Criptosporidiosis intestinal crónica.
* Infección por citomegalovirus, tanto diseminada como la retinitis Infección por virus Herpes simplex, puede ser crónica o en forma de bronquitis, pneumonitis o esofagitis.
* Histoplasmosis, ya sea diseminada o extrapulmonar.
* Demencia relacionada con el VIH (encefalopatía por VIH).
* Isosporiasis intestinal crónica.
* Sarcoma de Kaposi.
* Linfoma de Burkitt.
* Infección por el complejo Mycobacterium avium (MAC).
* Infecciones por Mycobacterium u otras especies, ya sea diseminada o extrapulmonar.
* Neumonía por Pneumocystis carinii.
* Septicemia por Salmonella recurrente.
* Toxoplasmosis neurológica.

Historia

La era del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando el Center for Disease Control (centro para el control de enfermedades) de Estados Unidos convocó una conferencia de prensa donde describió cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles. Al mes siguiente se reportaron varios casos de sarcoma de Kaposi, un tipo de cáncer de piel. Los primeros reportes de estos casos fueron realizados por el Dr. Michael Gottlieb de San Francisco.

Pese a que los médicos conocían tanto la neumonía por Pneumocystis carinii como el sarcoma de Kaposi, la aparición conjunta de ambos en varios pacientes les llamó la atención. La mayoría de estos pacientes eran hombres homosexuales sexualmente activos, muchos de los cuales también sufrían de otras enfermedades crónicas que más tarde se identificaron como infecciones oportunistas. Las pruebas sanguíneas que se les hicieron a estos pacientes mostraron que carecían del número adecuado de un tipo de células sanguíneas llamadas T CD4+. La mayoría de estos pacientes murió en pocos meses.

Virus del SIDA

Ya que en un principio se identificó a la población homosexual como víctima de la deficiencia inmune la prensa comenzó a llamarla la «peste rosa», aunque pronto se hizo notar que también la padecían los inmigrantes haitianos en EE.UU., usuarios de drogas intravenosas, receptores de transfusiones sanguíneas y mujeres heterosexuales. La nueva enfermedad fue bautizada oficialmente en 1982 con el nombre sida. Hasta 1984, se sostuvieron distintas teorías sobre la posible causa del sida. La teoría con más apoyo planteaba que el sida era causado por un virus.

La evidencia que apoyaba esta teoría era básicamente epidemiológica. En 1983, un grupo de nueve hombres homosexuales con sida de Los Angeles, que habían tenido parejas sexuales en común, incluyendo a otro hombre en Nueva York que mantuvo relaciones sexuales con tres de ellos, sirvieron como base para establecer un patrón de contagio típico de las enfermedades infecciosas. Otras teorías sugieren que el sida surgía a causa del excesivo uso de drogas y de la promiscuidad sexual. También se planteó que la inoculación de semen en el recto durante el sexo anal combinado con el uso de inhalantes con nitrito (poppers) producía supresión del sistema inmune. Pocos especialistas tomaron en serio estas teorías, aunque algunas personas todavía las promueven y niegan que el sida sea producto de la infección del VIH. En los primeros años del sida, el origen exacto del virus que lo causaba era desconocido. Una teoría común, que incluso se convirtió en un artículo de la revista Rolling Stone, sostenía que el VIH provenía de un virus llamado virus de inmunodeficiencia en simios, el cual era idéntico al VIH y causaba síntomas similares al sida en otros primates, este virus habría sido transmitido a la población humana en África durante unos experimentos con vacunas contra la polio en pobladores africanos, sin embargo, esta teoría no tiene crédito en la actualidad. También se creía que la llegada del sida al mundo occidental era atribuible a un hombre llamado el «paciente cero», un asistente de vuelo canadiense que habría practicado el sexo con más de mil hombres en distintas partes del mundo.

Esta teoría, que incluso fue plasmada en una película, es falsa. En 1984, dos científicos, el Dr. Robert Gallo en los Estados Unidos y el profesor Luc Montagnier en Francia, aislaron de forma independiente el virus que causaba el sida. Luego de una disputa prolongada, accedieron a compartir el crédito por el descubrimiento, así el virus fue llamado Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en 1986. El descubrimiento del virus permitió el desarrollo de un anticuerpo, el cual se comenzó a utilizar para identificar dentro de los grupos de riesgo a los infectados.

También permitió empezar investigaciones sobre posibles tratamientos y una vacuna. En esos tiempos las víctimas del sida eran aisladas por la comunidad, los amigos e incluso la familia. Los niños que tenían sida no eran aceptados por las escuelas debido a las protestas de los padres de otros niños. La gente temía acercarse a los infectados ya que pensaban que el VIH podía contagiarse por un contacto casual como dar la mano, abrazar, besar o compartir utensilios con un infectado. En un principio la comunidad homosexual fue culpada de la aparición y posterior expansión del sida en Occidente. Incluso, algunos grupos religiosos llegaron a decir que el sida era un castigo de Dios a los homosexuales (esta creencia aún es popular entre creyentes cristianos y musulmanes). Otros señalan que el estilo de vida «depravado» de los homosexuales era responsable de la enfermedad. Aunque es verdad que en un principio el sida se expandió a través de las comunidades homosexuales y que la mayoría de los que padecían la enfermedad eran homosexuales, esto se debía, en parte, a que en esos tiempos no era común el uso del condón entre homosexuales, por considerarse que éste era sólo un método anticonceptivo. El sida pudo expandirse rápidamente al concentrarse la atención sólo en los homosexuales, esto permitió que la enfermedad se contagiara entre heterosexuales, particularmente en África, el Caribe y luego en Asia.

Conocimiento actual de la enfermedad

El VIH está emparentado con otros virus que causan enfermedades parecidas al sida en otros primates. Se cree que este virus se transfirió de los animales a los humanos a comienzos del siglo XX, aunque algunas evidencias sugieren que pudo haberse transmitido antes en algunos casos aislados. Actualmente no se conoce cual fue la fuente animal desde la que se transmitió la infección, ni tampoco el momento y lugar donde ocurrió. En los chimpancés, existe un virus idéntico al VIH llamado VIS (virus de inmunodeficiencia en simios), aunque no se sabe si pudo haber transmisión desde los chimpancés a los humanos, o desde una tercera especie a ambos.

Algunos estudios sugieren que el virus se expandió inicialmente en África occidental, pero es posible que hayan existido varios orígenes separados. La muestra humana más antigua que se sepa contuvo VIH, fue tomada en 1959 a un marino británico, quien aparentemente la contrajo en lo que ahora es la República Democrática del Congo. Otras muestras que contenían el virus fueron encontradas en un hombre estadounidense que murió en 1969, y un marino noruego en 1976. Se cree que el virus se contagió a través de actividad sexual, posiblemente a través de prostitutas, en las áreas urbanas de África. A medida que los infectados viajaron por el mundo, fueron llevando la enfermedad a varias ciudades de distintos continentes. En la actualidad, la forma más común de en que se transmite el VIH es a través de actividad sexual desprotegida y al compartir agujas entre usuarios de drogas de abuso intravenosas. El virus también puede ser transmitido desde una madre embarazada a su hijo (transmisión vertical). En el pasado también se transmitió el sida a través de transfusiones de sangre y el uso de productos derivados de ésta para el tratamiento de la hemofilia, sin embargo, hoy en día esto ocurre muy raramente, debido a los controles realizados sobre estos productos. No todos los pacientes infectados con el virus VIH tienen sida.

El criterio para diagnosticar el sida puede variar de región en región, pero el diagnóstico típicamente requiere: Un conteo absoluto de las células T CD4 menor a 200 por milímetro cúbico, o La presencia de infecciones oportunistas, causadas por agentes incapaces de producir enfermedad en personas sanas. A la persona infectada con VIH se la llama seropositiva o VIH positivo (VIH+) y a los no infectados se les llama VIH negativo (VIH-). La mayoría de las personas seropositivas no saben que lo son. La infección primaria por VIH es llamada seroconversión, y puede ser acompañada por una serie de síntomas inespecíficos, parecidos a los de una gripe, por ejemplo, fiebre, dolores musculares y articulares, dolor de garganta y ganglios linfáticos inflamados. En esta etapa el infectado es más transmisor que en cualquier otra etapa de la enfermedad, ya que la cantidad de virus en su organismo es la más alta que alcanzará. Esto se debe a que todavía no se desarrolla por completo la respuesta inmunológica del huésped. No todos los recién infectados con VIH padecen de estos síntomas y eventualmente todos los individuos se vuelven asintomáticos. Durante la etapa asintomática, cada día se producen varios miles de millones de virus VIH, lo cual se acompaña de una disminución de las células T CD4+. El virus no sólo se encuentra en la sangre, sino que en todo el cuerpo, particularmente en los ganglios linfáticos, el cerebro y las secreciones genitales. El tiempo que demora el diagnóstico de sida desde la infección inicial del virus VIH es variable. Algunos pacientes desarrollan algún síntoma de inmunosupresión muy pocos meses después de haber sido infectados, mientras que otros se mantienen asintomáticos hasta 20 años. La razón por la que algunos pacientes no desarrollan la enfermedad, y porque hay tanta variabilidad interpersonal en el avance de la enfermedad, todavía es objeto de estudio. El tiempo promedio entre la infección inicial y el desarrollo de sida varía entre ocho a diez años en ausencia de tratamiento.

Tratamientos y vacunas

Actualmente no hay cura ni vacuna contra el VIH. Los nuevos tratamientos, sin embargo, han logrado efectivamente reducir el progreso de la enfermedad, así como los síntomas, y han extendido la sobrevida de los pacientes, aunque, según los disidentes, el aumento de la esperanza de vida de los pacientes es un artefacto estadístico causado por una continua redefinición de la enfermedad que incluye cada vez a más gente sana. De hecho, ya ni siquiera es necesario estar clínicamente enfermo para poder ser diagnosticado como enfermo de SIDA. Los disidentes también apuntan a que los productos químicos utilizados oficialmente para "tratar" la enfermedad , aunque siguen siendo mortales a largo plazo, son cada vez algo menos tóxicos y empleados en dosis más reducidas. Las opciones de tratamiento del SIDA consisten en combinaciones de dos o más tipos de antiretrovirales, por ejemplo, dos inhibidores de la transcriptasa inversa más un inhibidor de la proteasa viral. Los pacientes tratados con estos fármacos pueden dar negativos a las pruebas usadas para detectar el virus, pero al discontinuar la terapia la carga viral vuelve a aumentar paulatinamente. Existe la preocupación de que el virus se vuelva resistente a estos regímenes. En el último tiempo se le ha llamado a esta modalidad de tratamiento terapia antiretroviral altamente activa (HAART en inglés).

Desafortunadamente, la mayoría de los infectados a nivel mundial no tienen acceso a este tipo de terapia. Se está estudiando actualmente el desarrollo de una vacuna contra el VIH y nuevos fármacos antiretrovirales. Algunas de las mejoras que se quiere hacer a los tratamientos es simplificar los esquemas de tratamiento para aumentar la adherencia a éstos y disminuir la posibilidad de efectos adversos Los disidentes recuerdan contínuamente tres hechos sobre la "vacuna contra el SIDA":

1.En 1984, la entonces secretaria de salud norteamericana, Margaret Heckler, anunció que la vacuna podría estar lista para 1986. "We hope to have such a vaccine ready for testing in approximately two years". April 23, 1984.

2.El mero concepto de "vacuna" es ininteligible si se acepta la lógica de la ortodoxia del SIDA, para la cual la presencia de anticuerpos al VIH indica la presencia de VIH activo. El objetivo de las vacunas es crear precisamente el crear anticuerpos contra un determinado agente patógeno. El SIDA es, para la ortodoxia médica, la única enfermedad ante la cual el portador asintomático con anticuerpos está enfermo.

3. También, de acuerdo con la lógica de la ortodoxia del SIDA, una hipotética vacuna haría que todos los llamados "tests de VIH" se volviesen inútiles, ya que todos los vacunados serían "seropositivos". Desde que el SIDA hizo su aparición pública, varias formas de medicina alternativa se han usado para tratar los síntomas de la enfermedad. Durante la década de los 1980s cuando aún no existían los tratamientos actuales, muchos infectados experimentaron con terapias alternativas de varios tipos, incluyendo masajes, preparados herbales y acupuntura.

Ninguno de estas estrategias mostró beneficios reales y a largo plazo en ensayos clínicos controlados, aunque algunos creen que pueden afectar positivamente el bienestar general del infectado. El interés en este tipo de terapias disminuyó una vez que aparecieron los tratamientos actuales, aunque aún algunos enfermos los usan, especialmente aquellos que creen que el SIDA no es causado por el VIH. Otros usan marihuana para tratar el dolor, las nauseas y estimular el apetito.

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